3.3.21

ya no quedan cartas
tampoco quien las quiera leer
lo pedazos no alcancé a juntarlos
los mire sin querer
mirar
semanas despues de que el unico jugador de ajedrez 
de toda la familia 
de toda La Pampa 
y de toda la nada
perdio la partida del año imbatible
y yo tambien me perdi un poco
entendiendo nada y pensando en las horas
que se escapaba al Mercadona
para volver silbando y con la cerveza bajo el brazo 
que era para mi
y que terminaba siendo para los dos

como en casa, como en el barrio
en una ciudad no nuestra 
pero sí muy nosotros
te caíste y aprendiste
nadamos y nadamos y nadamos
y al sol le dábamos la espalda
el brillo estaba en el aire
en el mar
y en Martina
todos los casilleros vacíos
se inclinan para pedirte una jugada más
otra chiste más
y otro Lambrusko más.

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